La importancia del Callao como llave de oro del Coloniaje, la destacan los documentos virreinales con estas asignaciones: "Puerto de la Ciudad de los Reyes", "Callao de Lima", "Puerto y Callao de la mar". El año 1558 aparece, por primera vez, con la expresión "Callao de la Mar". En 1586 figura con nombre propio y definido de PUERTO DEL CALLAO. En 1630 Bernabé Cobo lo nombra "Pueblo y Puerto del Callao".
En cuanto a la palabra chalaco, lo probable es que sea de origen aymará: "chalhua", pescado, y "haque", hombre, como afirma Bertonio en 1612. Villa Mil y Roda cree que "chalaco" viene de "Challucu", lugar o sitio arenoso. . . Lo posible es que "chalaco" sea una adulteración de "challahaque" por los españoles. Lo mismo ocurrió con CHUCUITO. En la revista paceña "Academia Aymará", del 20 de junio de 1902, anota que "Chuquihuito" es una palabra compuesta de "chuqui", lanza, y "huito", orilla, que equivale a orilla en forma de lanza, que, geográficamente, seria PUNTA. "Chuqui" es una voz quechua; y "huito", aymará. Así, Chucuito en las orillas del Lago Titicaca. La semejanza con Chucuito del Callao es que los aymarás ocuparon primitivamente ese lugar, que, según Bertonio, era una playa de coser, zurcir: cchuccu. Se entiende como orilla de zurcir que sería atarazana o recinto de trabajadores de redes para pesca.
Conquistado el valle por los Incas, los nombres del lugar fueron traducidos del aymará al quechua o Keswa. Tal pasó con la pesquería de "Cchuccuhuito", que los quechuas llamaron PITIPITI: "Piti" hilo, Piti-Piti, hilo roto y anudado en varias partes, como expresa Middendorf en su obra "El Perú". Mugaburu refiere que el 1º de setiembre de 1674 S.E. fue al Callao y desembarcó en Piti-Piti y " vido las lanchas nuevas de la tarazana". Ese lugar era Chucuito.
La bondad hidrográfica de la bahía del Callao, según informe de Alonso Martín de don Benito, uno de los tres comisionados de Francisco Pizarro, determinó la elección y fundación de Lima como capital de los "nuevos reinos" del Perú. Pizarro eligió el asiento del Cacique de Lima.
El 11 de febrero de 1547 se emplea, por primera vez, la palabra Callao en documentos oficiales cuando el licenciado don Pedro de la Gasca da instrucciones, desde Panamá, para que las naves de Lorenzo de Aldana sometan al revolucionario Gonzalo Pizarro.
El ayuntamiento de Lima dispuso el 20 de setiembre de 1545 que el Alguacil Mayor de la Ciudad designase un teniente suyo, que con vara de justicia, asistiese en el puerto para impedir que las mercaderías que llegasen en los navíos fueran objeto de acaparamiento y especulación. El Alguacil Mayor de Lima, que era el regidor Juan de Astudillo Montenegro, nombró como Alguacil del Puerto, dependiente de él, a Cristóbal Garzón. Era, pues, la primera autoridad edilicia del "Callao de Lima".
El régimen municipal del Callao fue ejercido durante su primer siglo de existencia de tres maneras:
1) Por el Cabildo de Lima, de 1549 a 1555 y de 1562 a 1565.
2) Por el Teniente de Corregidores, de 1556 a 1558.
3) Por el Alcalde del Callao, de 1556 a 1561 y de 1589 a 1635.
El Virrey don Andrés Hurtado de Mendoza expidió resolución el 1º de agosto de 1556 nombrando "Alcalde de la Mar" a Francisco López. El Cabildo de Lima reconoció a Francisco López y cumplió con entregarle la vara de justicia, signo visible de su autoridad municipal.
Acerca del modo de elegir Alcalde del Callao se observaron dos sistemas:
Designación por el Ayuntamiento de Lima.
Elección indirecta por los vecinos principales del puerto, sujeta a la final decisión del Cabildo, de la Capital y del Virrey del Perú.
A partir de 1631 se eligen dos alcaldes para el Callao, como se hacia para Lima, teniendo en consideración el desarrollo urbano que había experimentado el Puerto.
El 19 de noviembre de 1567 partieron del Callao las naves "Los Reyes" y "Todos los Santos" al mando de Alvaro de Mendaña y Pedro Sarmiento de Gamboa, respectivamente, con el objeto de explorar tierras de Oceanía. La expedición fue autorizada por orden del Gobernador Lope García de Castro y el 15 de enero de 1568 descubrió las islas Salomón. Estuvo, asimismo, en las islas Marshall y tuvo que afrontar serias dificultades que, al fin, fueron vencidas por el carácter acerado de los marinos peruanos. Regresó triunfante al Callao el 11 de setiembre de 1569.
Los pilotos Fernando Quirós y Alonso de Torres realizaron también accidentadas excursiones marítimas, partiendo del Callao a las islas de Oceanía en busca de gloria y riqueza, por lo que, como expresa Rosendo Melo, "será siempre un honor del Puerto de Lima haber sustentado y provisto, naves cuyas quillas surcaron mares en los que aún no se había dibujado ninguna estela".
Siendo Virrey don García Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, se organizó en el Callao, en 1590, una flota expedicionaria que descubrió el grupo de las Marquesas y Marianas.
En el gobierno del Virrey don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, Conde de Monterrey, partió del Callao, en 1604, otra expedición que descubrió el archipiélago de Galápagos.
A principios de 1624 apareció delante del Callao y al abrigo de la isla de San Lorenzo una escuadra holandesa al mando de Jacobo Heremita Clerk, la que contaba con 11 buques, con un total de 294 cañones y 1,630 hombres de infantería. Los piratas apresaron en el Callao varios barcos mercantes y quemaron otros, lanzando un brulete sobre el puerto; pero fueron rechazados. El sitio del Callao duró tres meses y ocho días; y, muerto el jefe de la escuadra, Clerk, los piratas abandonaron la costa del Perú.
El 15 de enero de 1670 se recibió en el Callao la primera imagen, en bulto, de Santa Rosa de Lima, enviada de Roma, teniendo aquel acto una repercusión jubilosa en el mundo católico por la fama de la virgen limeña.
En 1671, el Virrey Fernando de Castro y Andrade, Conde de Lemos, dio al Callao el título de Ciudad.
En 1697, siendo virrey don Melchor Portocarrero Laso de la Vega, Conde de Moncloa, se fabricó un hermoso muelle en el Callao con piedras de las canteras de Cañete y San Lorenzo.
La catástrofe más espantosa que soportó el Callao fue el terremoto del 28 de octubre de 1746, de cuyas proporciones habla el historiador Eusebio Llano y Zapata diciendo que sólo quedaron con vida 200 habitantes de los 5,000 que formaban la población y que "Lo que no sucumbió al terremoto, fue destruido y llevado por las olas a gran distancia y fueron éstas tan altas que transportaban los buques por encima de la población, los vararon dentro y fuera de ella."
El 1º de agosto de 1747 se iniciaron los trabajos de construcción de los Castillos del Real Felipe en el "área del arruinado presidio del Callao", conforme a los planos del ingeniero francos Luis Godin, Cosmógrafo Mayor del Reino.
En 1794, se abrió en el Callao la primera Escuela Náutica.
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